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El futuro agroturismo de Macarella: sostenibilidad y la misma actividad agraria

El proyecto más avanzado de Víctor Madera prevé seis habitaciones, piscina natural y autoabastecimiento tanto energético como hídrico

Imagen del estado actual de la casa de payés de la finca de Santa Anna, que albergará una de las habitaciones, entre otros servicios

Autosuficiencia, tanto energética como hídrica, y apuesta por la continuidad de la actividad agraria. Son dos de los grandes rasgos distintivos del futuro agroturismo que el empresario asturiano de la sanidad privada Víctor Madera promueve en la emblemática finca de Santa Anna (Ciutadella), en las inmediaciones de Macarella, uno de los seis llocs que ha adquirido en un periodo de poco más de un año y el primero del que se conoce el proyecto en detalle.

El plan para convertir la finca en un establecimiento turístico, que se encuentra en exposición pública como parte del procedimiento para lograr la declaración de interés general, confirma que el agroturismo contará con seis habitaciones, una en la casa de payés, otra en suite en un almacén y cuatro en la edificación de mayor tamaño, la boyera principal.

El proyecto –promovido por la sociedad Vavisol SL, de la que es presidente desde junio del año pasado Francisco Ortega Montoliu, ingeniero que ha participado en muchos de los proyectos inmobiliarios de Víctor Madera– no contempla ninguna ampliación de volumen de edificación y prevé obras de reforma en cuatro construcciones ya existentes, todas levantadas antes de 1956, que suman algo más de 510 metros cuadrados.

La única nueva instalación prevista es una piscina con una superficie de mil metros cuadrados que será natural y entrará a formar parte del ciclo de agua de la finca. Estará conectada a las dos áreas de edificación y tendrá como desguace adicional las lagunas de fitodepuración. El conjunto del lloc se abastecerá del pozo existente y de la recogida de aguas de lluvia a través de los tejados. El agua obtenida será sometida a tratamientos para su posterior uso y será almacenada en el aljibe.

Ese aprovechamiento de los recursos, ligado a la autosuficiencia energética –imprescindible si se tiene en cuenta que la finca no está electrificada– marcan transversalmente el proyecto. Se propone un sistema de autoconsumo mediante placas solares y baterías para abastecer energéticamente el conjunto de las edificaciones, tanto para la actividad turística, como para la agropecuaria, actualmente centrada en la ganadería y la horticultura y que se prevé mantener en las condiciones actuales.

Actividad agraria

La finca, que se levanta sobre un suelo de máxima protección ambiental, está actualmente explotada por la sociedad Torralbet, dedicada a la explotación hortícola y ganadera de vaca y oveja. A partir de la nueva temporada agrícola 2017-2018 será explotada por la finca Son Ermità (Ferreries) a través de la sociedad Son Ermità SRM, también propiedad de Víctor Madera.

El proyecto establece que se continuará la actividad agraria con el mismo fin de producción para pastoreo y forraje de vaca nodriza, además se pondrá en marcha un sistema sostenible de aprovechamiento forestal en una finca en que el uso forestal ocupa cerca del 90 por ciento de la superficie. El granero, cuya construcción es posterior a 1956, se seguirá destinando al uso agrícola y está previsto que, previa legalización, sea objeto de reformas en el futuro.

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