En Ciutadella, lo habitual es que se llenen durante la temporada turística playas como Cala en Turqueta, Son Saura o, incluso, La Vall con menos frecuencia. El Pilar, en cambio, siempre ha sido una cala con menos afluencia, y por consiguiente, con apenas problemas para encontrar plaza en el aparcamiento habilitado.
A día de hoy, parece que cuando el viento resulta favorable, es probable no hallar plaza. Así lo confirma Guillem Taltavull, encargado de EcoVerd y quien coordina la vigilancia en la cala. «El Pilar se llena muchas veces, pero es más irregular ya que su afluencia varía mucho en función del viento y cuando sopla de sur se llena», explica.
El aparcamiento, de 70 plazas, se encuentra en la finca de Alforí de Dalt, de propiedad pública y de elevado valor natural y ecológico. Por ello, asegura Irene Estaún, directora insular de Reserva de la Biosfera, durante el verano es «cuando se redobla la presión y se intensifica la vigilancia».