La huelga indefinida de taxis, que empezó el pasado viernes por la tarde, continúa en Madrid y Barcelona. Ya se han sumado a ellas taxistas de varias ciudades de la Península, como Valencia, Málaga o Zaragoza. Los taxistas han decidido mantener el pulso para tratar de conseguir que se limiten las licencias de alquiler de vehículos con conductor (VTC), que utilizan empresas como Uber o Cabify.
En términos comunes, una licencia VTC es la autorización para realizar actividades de transporte con conductor y que tiene un precio de unos 5.000 euros. En cambio, hacerse con una licencia de taxi supone un desembolso de alrededor 140.000 euros. Debido a esta considerable diferencia de precio, las solicitudes de VTC se han disparado en los últimos años, generando un conflicto dentro del sector del taxi que, ahora, ha estallado.
División
El presidente de la Federación Independiente del Taxi de Balears, Biel Moragues, explicó ayer que las agrupaciones de taxistas de la comunidad han convocado una huelga durante la mañana de hoy entre las 9 y las 14 horas, como gesto de solidaridad con los taxistas de la Península. Destaca el efecto que la irrupción de las VTC pueden provocar, por ejemplo, en Palma, donde trabajan tres taxis por cada mil personas.
En Menorca, los taxistas se dividen entre los que se mantendrán al margen de la protesta y los que han decidido sumarse a ella. El presidente de la Asociación Radio Taxi, Antonio Vilches, confirma que su colectivo «se solidarizará con los taxistas de la Península y se sumará a la huelga parcial» de este martes. Asimismo, señala que se ofrecerán servicios mínimos para cubrir la zona del Hospital Mateu Orfila y que se atenderán a personas mayores o con minusvalías. «Además, también se efectuarán las reservas que tenemos pendientes con anterioridad en el aeropuerto», añade Vilches.
En cambio, desde la Agrupación Taxis Mahón, aunque muestran preocupación por la situación, no han llegado a un acuerdo en lo que a la huelga respecta. Con lo cual, depende de cada taxista secundarla o no.