El anuncio del Consell de trabajar en la identificación de 500 víctimas del franquismo motivó una reacción de discrepancia por sectarismo de la iniciativa por parte de la presidenta insular del PP, Misericordia Sugrañes, a quien la agrupación menorquina del PCE le recuerda que el espíritu del franquismo pervive en parte del PP.
Acusa a la líder menorquina de utilizar tres mentiras en su argumentación. La primera, al señalar que durante la Guerra Civil los dos bandos cometieron crímenes, «no hay buenos ni malos, todos son iguales», algo que cuestionan los comunistas menorquines. Admiten que ambos cometieron asesinatos injustificados, «pero no son comparables, un bando era de sublevados y fascistas en contra de un sistema democrático y legítimo».
La segunda respuesta viene motivada por la declaración de que la inicitiva reabre heridas, algo que al PCE le parece inmoral, «cuando ni tan solo se da la opción a las familias» a encontrar los restos de sus desaparecidos 80 años después de la guerra. Además, añade, «es una falsedad ofensiva en un país en el que no se ha juzgado a ninguno de los asesinos del régimen franquista ni los crímenes cometidos».
La tercera discrepancia alude a las palabras de Sugrañes en el sentido de que solo se quiere homanjear a las víctimas de un bando y se olvidan las del otro. «Hemos de pensar que España es el segundo país de Europa con más gente enterrada en zanjas y sin identificar», responden los comunistas. En su opinión, queda mucho para poder cerrar heridas y sobre todo para evitar «que de nuevo, el fascismo campe por donde quiera en nuestro territorio», señala.