Aunque hoy en día hay muchas entidades de crédito dispuestas a financiar a clientes que estén en ASNEF, una de las quejas más habituales de los usuarios tanto en redes sociales como en plataformas de opiniones y reseñas, es que tal o cual entidad no les concedió el crédito, a pesar de que decía que ASNEF no sería un problema.
Pero aquí hay un pequeño matiz, cuando hablamos que son posibles los créditos con ASNEF, lo hacemos, por supuesto, desde la perspectiva de que a pesar de estar en ASNEF, hay muchas situaciones en las que el consumidor puede ser perfectamente solvente, y solo en aquellas en las que así lo considere la entidad de financiamiento, se conseguirá el crédito.
Por ejemplo, un usuario que esté en ASNEF porque ha cometido un impago en una gran deuda muy probablemente verá como todas sus solicitudes son denegadas y lo mismo ocurrirá con un usuario que no tiene ingresos regulares. ¿Y qué pasa con los anunciados préstamos sin nómina? Es lo mismo. Sin nómina, solo quiere decir que personas que reciben ingresos de una pensión, son autónomos o tienen una prestación por desempleo pueden optar al crédito, mientras que en los préstamos que exigen nómina no podrían, pero si no se cuenta con ingresos regulares de ningún tipo, es muy difícil que se acepte una solicitud.
Entonces, ¿cuándo son realmente posibles los préstamos con ASNEF?
Cada prestamista tiene sus propias reglas, pero podemos dar una idea general de lo que ahora mismo es más común en el mercado:
- La deuda en ASNEF no debe ser muy alta - Deben tenerse ingresos regulares - Deben cumplirse otros requisitos habituales: ser mayor de edad, tener cuenta bancaria, tener teléfono móvil, tener residencia en España, etc.
Aunque a primera vista pueda parecer frustrante, el hecho de que se rechacen créditos no debe verse como algo realmente negativo. Un consumidor que acceda a un préstamo y cometa un impago, se verá en problemas graves, así que lo más responsable por parte de ambos, tanto consumidores como entidades financieras, es no realizar esa operación si los riesgos son demasiado altos.
En principio, estar en ASNEF es una señal de alarma para las entidades de crédito, pero hay muchos casos que realmente son anecdóticos en lo que se refiere a la solvencia desde el punto de vista de las entidades. Por ejemplo, un consumidor que no paga una factura de teléfono o de internet porque está disconforme con el trato que le da la compañía, puede ser inscrito en ASNEF y sin embargo, no es un perfil de alto riesgo a la hora de pedir un crédito.
No obstante, aunque exista la posibilidad de obtener crédito con ASNEF, hay que tener en cuenta que es un servicio costoso y que estar en ASNEF supone importantes trastornos para los consumidores. Por ello, lo más recomendable es ponerse en movimiento para desaparecer de este y cualquier otro registro de morosos en los que se esté. Para ello, lo más fácil es pagar la deuda, aunque si se demuestra que esta no tiene razón de ser, también se puede conseguir.