Arón, un niño mallorquín de 14 años enfermo de cáncer ha recibido en el hospital de la Vall d'Hebron de Barcelona el trasplante de hígado que precisaba, según ha confirmado su madre, Carmen Le-Senne. Se trataba de un tipo de trasplante que no se realiza en Baleares, y ahora los médicos están a la espera de ver cómo reacciona el cuerpo del chico tras la intervención.
La madre emprendió en la plataforma Change.org una campaña para pedir a las autoridades que difundan una carta preguntando a todos los españoles si quieren ser donantes de órganos, una medida que ya se realiza con éxito en países como Holanda.
«Arón necesita un transplante de hígado urgente, antes de que su tumor haga metástasis. Su padre y yo nos estamos haciendo pruebas para ver si podemos ser sus donantes en vida, pero el proceso es muy lento y quizás no seamos compatibles. Lo ideal sería un hígado de un donante fallecido. Estamos en lista de espera pero ese hígado no llega», escribía la madre en la descripción de su petición.
Felizmente el órgano llegó y Carmen confirmó que la operación había concluido.
En su iniciativa Le-Senne se explica que, pese a que España es uno de los países punteros en cuanto a donación de órganos esta acaba dependiendo en la práctica totalidad de casos de la voluntad de los familiares del fallecido.
«El único documento vinculante es el documento de instrucciones previas. Y rellenarlo es la única forma de que seamos nosotros los que tengamos la última palabra sobre qué queremos que hagan con nuestros cuerpos», explica.
El pequeño y su familia de raíces mallorquinas, mantienen un estrecho vínculo con la Isla, ya que su abuelo, Rafael Le-Senne, fallecido en 2014, dirigía los Servicios de Emergencia de Menorca.