El Ayuntamiento de Maó se ha adelantado ya a las intenciones expresadas desde el Ministerio de Interior de que las calles de un solo carril del interior de las ciudades pasen a tener una velocidad máxima permitida de 30 kilómetros por hora. De hecho, el equipo de gobierno tiene ya adelantado un cambio de la ordenanza reguladora del tráfico en la ciudad que aplicará esta velocidad máxima para el conjunto de las calles interurbanas, en cumplimiento del acuerdo alcanzado hace ya varios meses en la Mesa de Movilidad. El cambio supondrá una reducción importante, puesto que en la actualidad la velocidad máxima permitida en el interior de la ciudad es de 40 kilómetros por hora como norma general (la Vía Ronda es una excepción que se mantiene).
El objetivo de la medida es pacificar el tráfico rodado en el interior de la ciudad, para que sea más cómoda para los peatones y más segura. Según explica la teniente de Alcaldía de Movilidad, Dolors Antonio, de un tiempo a esta parte algunas calles de Maó ya han visto reducida su velocidad máxima permitida hasta los 30 o incluso hasta los 20 kilómetros por hora en función de sus características, con la instalación de señalización específica para indicarlo.