El puerto de Maó ha cerrado el año 2018 con el primer repunte en el tráfico de mercancías desde 2014. La rada mahonesa ha registrado el paso de 687.438 toneladas entre bienes de consumo, graneles líquidos y graneles sólidos, lo que supone un incremento del 6,3 por ciento en relación al año 2017 y marca un cambio de tendencia, aunque continúa muy lejos de las cifras que se registraban antes de la crisis, cuando el global del tráfico marítimo de mercaderías se situaba en torno a los 1,2 millones de toneladas.
Según las cifras detalladas de la Autoridad Portuaria de Balears (APB), el repunte se produce gracias al incremento del tráfico de mercancías en general, el referente a los bienes de consumo, un indicador de la marcha de la economía, y también al aumento de la llegada de graneles líquidos, mayoritariamente combustibles, en un año en que ha crecido el consumo en las gasolineras y en el que la falta de cable eléctrico con Mallorca ha obligado a la central térmica de Maó a incrementar su producción.