La lacra de la violencia machista sigue azotando con fuerza. En 2018 el número de denuncias que los órganos judiciales de la Isla registraron por maltrato a la mujer se dispararon. Una tendencia al alza que vino acompañada de un aumento sustancial del 42 por ciento del número de sentencias condenatorias. Menorca no vive ajena ni de espaldas a esta dura realidad social que padece la mujer, y así lo confirman las cifras recogidas por el Consejo General del Poder Judicial a partir de la estadística hecha pública por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género. El maltrato late aún demasiado fuerte en la Isla.
En lo que respecta a las denuncias, los órganos judiciales registraron el año pasado 272 casos por violencia machista, lo que representa un aumento del 48 por ciento con respecto a las causas judicializadas el año anterior. Fueron 184. Y en 2016 la cifra era aún inferior, con 178 casos. La tendencia al alza se consolida. De estas denuncias se desprende que en total fueron 277 las mujeres víctimas de la violencia machista.
Llama especialmente la atención el fuerte aumento de las denuncias en comparación con el conjunto de Balears, donde el efecto es el contrario. Se produce una bajada del 1,1 por ciento. A nivel nacional sí hay un aumento del 8,5 por ciento de los casos denunciados, aunque lejos de las cifras que se barajan en Menorca.
La mayor concienciación sobre el tema y, por tanto, la decisión de la mujer de no callar y tomar el camino de la denuncia en busca de protección puede justificar este incremento. Aunque no pasa por alto que también puede tener la lectura contraria, es decir, que haya más casos de violencia machista en nuestra sociedad.
Aumentan las denuncias, pero también las sentencias condenatorias. En tan solo un año, ha habido un 42 por ciento más de hombres condenados a golpe de sentencia por violencia de género. Y es que, del número total de fallos dictados por los juzgados de Menorca, solo el 22,7 por ciento acabaron siendo absueltos. El 77,3 por ciento restante acabó en condena. Fueron en total 34 las sentencias condenatorias, frente a las 24 del ejercicio anterior.
Pese a ello, las estadísticas facilitadas por el Consejo General del Poder Judicial alertan sobre otra realidad. Y es que, la mitad de las denuncias acaban siendo archivadas por falta de suficiente justificación, un mazazo para la víctima después de que haya dado el paso de denunciar. Por lo que no hay ni sentencia. 77 casos enjuiciados en el Juzgado de Instrucción número 3 de Maó y otros 51 en el número 2 de Ciutadella, han acabado sobreseídos porque la víctima no ha podido justificar el delito. Los casos judicializados que han acabado con condena para el varón tan solo representaron el 17,1 por ciento del número total de denuncias en el Juzgado de Maó y el 8,9 por ciento en el de Ciutadella.