La diócesis de Menorca iniciará una recogida de peticiones, dirigidas al obispo Francesc Conesa, para solicitar el inicio del proceso de beatificación de 39 sacerdotes que murieron durante la persecución religiosa que se registró entre 1936 y 1939, durante la guerra civil.
Según informan fuentes del Obispado, el primer paso consiste en conocer la opinión de los fieles menorquines, para lo que se pondrá a su disposición -a través de las parroquias- una carta modelo dirigida al prelado.
Cuando se hayan recibido estas peticiones, en número suficiente, la diócesis podrá iniciar entonces el proceso formal, que consta de varias etapas. La primera consiste en la presentación de un informe sobre la vida y las virtudes de estos presbíteros, y formar una comisión histórica con la finalidad de probar que dieron su vida por razón de su fe.
Estos trámites empiezan contando con el criterio favorable del Consejo del Presbiterio y del Colegio de Consultores.
Hace seis años que concluyó la beatificación del primer sacerdote mártir de Menorca, el beato Joan Huguet Cardona, de Ferreries, un hecho que, destacan fuentes diocesanas "suscitó profundos sentimientos de fe". Ahora se da un paso más para el iniciar el proceso de los otros 39 presbíteros diocesano que entregaron su vida.
Advierte la diócesis de Menorca que "cuando la Iglesia propone beatificar a un grupo determinado de fieles no quiere entrar en juicios de carácter político sobre las circunstancias que los condujeron a su muerte, sino que pretende únicamente reconocer el valor de su fe y de su caridad, manifestada especialmente en el perdón ofrecido en el momento de su muerte".