El Servicio de Inspección de Vivienda del Govern ha detectado en Menorca 937 pisos propiedad de grandes propietarios, fundamentalmente entidades bancarias y fondos de inversión, que no han sido declarados para su inclusión en el Registro de Viviendas de la Conselleria de Territorio, Energía y Movilidad y que podrían constituir un importante nicho de viviendas vacías. La ley balear de vivienda, aprobada hace un año y avalada por el Estado, obliga a los grandes tenedores de viviendas a ceder los inmueble vacíos para que sean destinados al alquiler social.
En el conjunto de Balears, el número de viviendas ?ocultas? asciende a 5.731, de las que ya se han inspeccionado casi medio millar. Los resultados son elocuentes: el 60 por ciento de los pisos estaban habitados, en algunos casos mediante contratos sociales, pero en otros por personas con orden de desahucio e incluso por okupas. En un diez por ciento no se ha podido conocer el estado de la vivienda por estar tapiada y el 30 por ciento restante eran pisos vacíos y por lo tanto el Govern puede exigir su cesión.
Extrapolando esos porcentajes, se calcula que en Menorca podría haber cerca de 300 pisos en esa situación. El Govern podría forzar su cesión, además de sancionar al propietario por no haber cumplido con lo establecido en la Ley de Vivienda.
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