«Un espacio de encuentro y ayuda en materia LGTBI+ que ha nacido para visibilizar la diversidad en nuestra isla». Con esas palabras define la entidad Diverxia Menorca su presidenta, Feli Mansilla Romero, un colectivo que se presentó ayer en sociedad en el marco de la celebración de la Fiesta del Libro en Maó. «La toma de contacto con la gente ha sido maravillosa», reconocía sobre la puesta en marcha de un proyecto cuya semilla se plantó el pasado verano y ha seguido creciendo hasta que esta semana se ha constituido legalmente como entidad.
Diverxia nace como un espacio abierto a cualquier persona que quiera colaborar para hacer de la Isla lugar «más plural, inclusivo y respetuoso», afirman en su declaración de intenciones. Una asociación «abierta y apolítica», puntualiza su vicepresidenta, Myriam Ribes, quien sostiene que uno de los objetivos que persiguen es «hacer entender a la gente que la diversidad sexual es una característica más de la persona, como cualquier otra».
Reconoce Ribes que la Isla es un lugar «tolerante, pero falta algo más de sensibilización». Un objetivo hacia el que camina Diverxia con su recién formado equipo, en el que Xavi Pons Cladera se encarga de las tareas de comunicación. Este considera que si el colectivo LGTBI es cada vez más visible en la sociedad española, «en Menorca poner este tipo de organizaciones cuesta un poco más».
La entidad nace así en la Isla para ocupar un espacio en el que, a juicio de su presidenta, existía un vacío. Menorca es un lugar en el que considera «resulta complicado obtener información, y creo que eso es algo que mucha gente busca, un punto de referencia que le ayude a no estar solo, a encontrar una persona que le escuche», explica. Por el momento, forman parte de la entidad una decena de personas, un grupo en el que haciendo gala de la diversidad que promueven también ocupan cargos directivos personas heterosexuales.