Menorca ha recuperado el pulso de la solidaridad. Sigue regalando vida. Después de cinco años consecutivos de caídas y de llegar a registrar el peor dato de la última década, en 2018 la Isla ha logrado dar un giro a la situación e invertir la tendencia con cifras más que halagüeñas.
La Fundació Banc de Sang i Teixits de Balears registró en Menorca un aumento de las donaciones del 8,2 por ciento y logró recoger el año pasado 3.397 bolsas, es decir, 256 más que en el ejercicio anterior, cuando había tocado fondo. Se mantiene aún alejado de los máximos logrados en 2012 cuando se produjeron 3.901 donaciones. Pero el director gerente de la Fundació Banc de Sang i Teixits de Balears, Ismael Gutiérrez, asevera que alcanzar máximos no es el objetivo, sino «cubrir la demanda de los hospitales». Y Balears sigue siendo autosuficiente. Las islas necesitan 200 bolsas diarias para cubrir todas las necesidades.
Menorca fue la única Isla que el año pasado logró registros en positivo. En el conjunto de Balears las colectas bajaron un 4,3 por ciento. Y en el caso de Eivissa, este descenso fue del 10,2 por ciento. Aunque también es cierto que en años anteriores en los que Menorca perdía peso y se desangraba, el resto de islas mantenía el pulso.
En cuanto al número de donantes, la Isla también registró buenos resultados. Creció un 12,4 por ciento hasta alcanzar las 2.089 personas. Aunque, el gran logro de este ejercicio han sido los nuevos donantes. Menorca ha sumado, en este sentido, 404 personas que han acudido a donar por primera vez. Representa un aumento del 52 por ciento.