Nueva temporada, viejo problema, el del aparcamiento en el Moll de Ponent en el puerto de Maó. Este será el tercer verano de funcionamiento de la zona azul, desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, y los negocios de esta parte del puerto se han unido para reclamar a Autoridad Portuaria de Balears (APB) mejoras como un mayor número de tarjetas por establecimiento, para que puedan ser utilizadas, previo pago de la tasa anual, también por sus empleados. Tiendas, bares y restaurantes situados frente a la Estación Marítima, siete de momento, entregaron el pasado lunes sus escritos de queja a APB por el trato que reciben, «no tenemos sitio para trabajar o descargar, a nosotros nos multan pero no vigilan cuando en una noche de fiesta rayan coches», se lamentaba ayer una empresaria de la zona.
También reclaman que APB acabe con algunas malas prácticas de empresas de alquiler de coches, que ocupan numerosas plazas de aparcamiento, ahora que son gratuitas, o cuando llegan cruceros. «Deberían ponerles un tope de plazas, o que traigan un minibus para recoger a los clientes», señalaba una restauradora. La propuesta que formulan es que en lugar de una tarjeta de parking por establecimiento –que pagan por temporada, 30 euros más IVA, y aseguran no les garantiza una plaza–, puedan tener al menos otra y que ésta pueda rotar entre los empleados. «Nosotros tenemos varios trabajadores, no viven en Maó, de madrugada cuando acaban no hay autobuses, vienen en coche y no encuentran sitio para aparcar y trabajar, no pueden pagar 1,50 euros cada dos horas», explica.