El ahorro fiscal producido por las herencias en vida firmadas en Menorca desde agosto de 2017 ha sido de unos cuatro millones de euros. Ese es el importe que los contribuyentes menorquines han eludido al acogerse a esta figura jurídica introducida en la Compilación del Derecho Civil Balear. Los asesores fiscales aseguran que continúa en pleno auge entre los menorquines, que hasta la fecha citada estuvieron privados de una figura que sí se aplicaba en el resto de las Islas.
La mayor explosión se vivió en los primeros cinco meses de vigencia, se realizaron 93 operaciones, que sumaban 14 millones de patrimonio y por las que se pagaron 342.000 euros en impuestos, básicamente el de sucesión, que es el uno por ciento, por lo que los efectos fiscales son los mismos que los de una herencia post mortem.
Sin esta institución jurídica, la transmisión de padres a hijos se considera donación, que tributa al siete por ciento. En ese primer periodo el ahorro fiscal fue de algo más de 650.000 euros.
El año pasado, se firmaron 158, que supusieron un ahorro de casi tres millones, y en lo que va de año el ritmo es parecido, unas 90 operaciones, lo que permite estimar el importe total del ahorro fiscal en torno a los cuatro millones y en unos 80 el patrimonio movilizado por estas herencias.
Donaciones, sucesiones y patrimonio son tres figuras fiscales confiscatorias y radicalmente injustas que deberían ser eliminadas de inmediato.