Menorca ha entrado en el verano con una falta de lluvias importante. En los seis primeros meses del año ha llovido un 38 por ciento por debajo de sus valores habituales, según el balance que se realiza desde la delegación balear de la Agencia Estatal de Meteorologçía (AEMET). Únicamente enero fue algo abundante en precipitación, pero los meses posteriores, lo que quedó de invierno y especialmente la primavera, las lluvias fueron escasas.
Por si fuera poco, en junio cayeron tan solo 0,2 litros por metro cuadrado, cuando lo normal son 12,7 litros; es decir un 99 por ciento menos de lo habitual. Únicamente llovió un día el pasado mes, el día 8, con granizo en Maó.
A esta escasez de lluvias, al balance de lo que dio de sí el mes de junio meteorológicamente hablando hay que sumar el calor extremo con el comenzó el verano, con valores históricos. Según la directora de la AEMET en Balears, María José Guerrero, la ola de calor en la que estuvo inmersa Menorca a finales de junio fue «extraordinaria por su duración e intensidad», con cinco días con temperaturas extrenas.
La máxima se registró el día 29 en Cala Galdana, con 37,2 grados; mientras que en Es Mercadal se alcanzaron 36,4 grados, el valor más alto en un mes de junio de los últimos diez años. Del mismo modo, en la estación de Son Quim en Ciutadella el valor más alto fue de 36,1 grados, una temperatura récord en el mes de junio desde que se tienen registros, en 1991.
Por si fuera poco, las mínimas también fueron elevadas, con 23 grados en Maó el pasado 29. Durante cuatro días, las noches fueron tropicales el pasado mes de junio, con temperaturas por encima de los 20 grados. Con todo, la temperatura media a lo largo de todo el mes fue de 22,4 grados, 0,5 grados por encima de lo normal. Por otra parte, durante cinco días se registraron vientos fuertes, cuando lo habitual en este mes son cuatro.