Sant Lluís ha sido el último municipio en el que la plantilla de FCC, encargados de la recogida de basura y limpieza urbana, se desmarcan de la convocatoria de huelga.
Primero lo hicieron el Servicio de Limpieza de Playas y luego Ciutadella, que aceptaron la propuesta de la empresa de una subida del 7,6 por ciento progresiva y en cinco años (2019-2023), más el IPC.
Sin embargo en Sant Lluís los trabajadores decidieron –después de participar en las reivindicaciones con sus compañeros del resto de contratas–, quedarse con la propuesta inicial de FCC de una subida del 0,5 por ciento anual más el IPC hasta 2023.
Una decisión que ha caldeado los ánimos entre trabajadores, ya que finalmente, de la postura unitaria que se consiguió en junio pasado, solo mantiene la movilización la contrata de Maó, Es Castell y Alaior.