Esperar el embarque de tu vuelo con todo tipo de comodidades ya es posible en el Aeropuerto de Menorca. La sala VIP Tramuntana ya está en funcionamiento, y los tickets para acceder a este espacio, situado en la tercera planta del actual dique de embarque, están a la venta en la página web de AENA. Asimismo, los clientes de compañías aéreas con tarjetas de fidelización han sido informados de que pueden acceder a la nueva sala de espera del aeropuerto menorquín.
El precio es igual al que se cobra para acceder a las salas de espera VIP del Aeropuerto de Son Sant Joan en Palma de Mallorca. Para un adulto la entrada cuesta 33,90 euros por cuatro horas y para un niño, de 6 a 10 años, 15,60 euros. Al igual que los otros servicios aeroportuarios, como el aparcamiento, la reserva y pago del acceso a este espacio se puede realizar vía internet, aunque también se pueden comprar directamente los tickets en el mostrador de entrada. El anuncio de la licitación de las obras de remodelación para crear la sala Tramuntana se produjo en marzo pasado.
Horario
El horario de la nueva sala se adaptará al de la operatividad del aeropuerto. Así, en invierno abrirá a las 6 de la mañana y cerrará a las 22 horas. Este horario estará vigente desde el último domingo de octubre hasta el sábado anterior al último domingo de marzo. En verano, cuando crece el número de vuelos y pasajeros, la sala funcionará hasta pasada la medianoche, las 00.30 horas, desde el último domingo de marzo hasta el sábado anterior al último domingo de octubre.
La estancia hará mucho más relajada y agradable la espera a sus usuarios, porque cuenta con todo tipo de comodidades: prensa, tablet, comida variada y sana (fruta fresca y nada de marcas blancas), música ambiental y objetos de baño que incluyen colonia y perfume, productos de higiene femenina, y limpia zapatos entre otros.
Ni un puesto de trabajo nuevo. A lo sumo uno o dos. Vuste sumia rollus. Los turistas más ricos además de sala VIP (que hay en otros sitios) quiere por ejemplo duchas y servicios adecuados en las playas (que hay en otros sitios) y no tener que limpiarse el c. con una piedra tras un matorral.