Sorprendidos por la reacción del GOB a sus críticas a la lentitud administrativa y a los cambios normativos, que expusieron públicamente en el último Foro Menorca Illa del Rei. Así se mostraron este sábado los propietarios de Torre Vella y Santa Ponça, Frédéric Biousse y Guillaume Foucher, tras acusarles los ecologistas de querer construir más de lo permitido en Santa Ponça. «El GOB se dedica a analizar políticamente, y no ambiental o agrícolamente, nuestros proyectos, no comprendemos cuál es realmente su objetivo», aseguran, al tiempo que defienden que las ampliaciones del proyecto inicial «eran legales y además no pudieron ejecutarse». La razón, alegan los empresarios, fue un cambio legislativo que también criticaron duramente durante su ponencia. «Ellos hablan de política y nosotros de campo, de economía y empleos», añaden Biousse y Foucher, cuya intervención fue muy aplaudida por el público del foro.
Su sorpresa se refiere asimismo a que el GOB, «muestre un desconocimiento tan enorme del campo, al querer que se aprovechen edificios construidos en el año 1700 para usos agrícolas actuales». Ambos socios lamentan que se les exponga públicamente como «promotores salvajes» por sus quejas públicas ante la lentitud administrativa y el cambio de las reglas de juego durante la tramitación.
Por último, su sorpresa también se manifiesta, afirman Biousse y Foucher, porque «el grupo ecologista menorquín sea en realidad un partido político».