Catorce años de trámites después, este jueves comenzaron de forma efectiva las obras de urbanización de la última de las seis manzanas de Jardins de Malbúger, en Maó, que quedaba pendiente. La junta de compensación que se encarga del desarrollo espera que en el plazo de un año las parcelas resultantes estén disponibles y equipadas, con la red viaria trazada y los distintos servicios habilitados.
El resultado de la urbanización serán diversas parcelas, entre ellas dos equipamientos públicos y uno privado, una importante zona verde ajardinada con juegos, además de 75 solares para viviendas unifamiliares. De estos terrenos, 30 se destinan a casas en hilera a precio tasado, es decir, que por mucho que cambien de manos nunca podrán venderse en el mercado libre sino que lo harán bajo la supervisión de la administración pública. Pedro Pons, presidente de la junta de compensación, promotora de las obras y que se queda con nueve de estos terrenos, aseguró ayer que es una fórmula novedosa en la Isla.