«Palacete en Menorca que te deja impresionado». Este es el título con el que la inmobiliaria Ses Moreres anuncia, a través de su página web, la venta de la antigua casa señorial de Can Simó situada en el número 11 de la calle Santa Clara del centro histórico de Ciutadella.
El Ayuntamiento está a punto de conceder el permiso de obra para ejecutar una reforma de más de un millón de euros en el edificio, que salió a exposición pública hace apenas una semana, para transformarlo en un hotel de interior de lujo de 30 plazas.
Sin embargo, el objetivo de la promotora del proyecto, una sociedad limitada de origen francés que lleva el nombre de la calle donde se sitúa el palacio, no es explotar la licencia turística, sino vender todo el recinto a pesar de haberla tramitado.
El precio actual de la casa señorial, que salió a la venta hace unos meses, es de 2.970.000 euros, sin contar la reforma proyectada por la inversora francesa.
Can Simó data del año 1940 y se encuentra catalogada en el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico-Artístico de Ciutadella (Pepcha). Ocupa, en total 1.600 metros cuadrados que se extienden en forma de «L» y que cuenta con tres pisos y dos sótanos.
El perfil de edificio, según comentan desde Ses Moreres, para el que se suele tramitar el uso hotelero. Incluso, añaden, es habitual su venta una vez hechas las gestiones burocráticas.
El presupuesto para convertirlo en un hotel es 1.4 millones
Según el anuncio publicado en la página web de la inmobiliaria Ses Moreres, el precio actual de la antigua casa señorial de Can Simó es de 2.970.000 euros. Sin embargo, este precio no incluye el presupuesto del proyecto de reforma (ahora en exposición pública) para convertir el edificio en un establecimiento turístico de interior con 30 plazas. Con esta inversión la sociedad promotora, pretende dotar al palacio de 15 habitaciones con baño, distribuidas entre tres plantas conectadas a través de tres escaleras y dos ascensores. Además, uno de los sótanos albergará una zona de spa con una piscina cubierta de 30 metros cuadrados, con espacios para masajes, sauna y baño turco. Otro sótano servirá de cuarto de instalaciones para el personal del hotel.