El programa de alquiler ético con el que el Consell tiene la intención de promover la salida al mercado de viviendas vacías a precios asequibles ha generado un interés significativo entre familias que buscan piso. Sin embargo, encontrar las viviendas vacías que se adapten a los requisitos planteados está siendo más complicado.
Según explicó la consellera Cristina Gómez se han inscrito al programa 85 familias interesadas en acceder a una vivienda. Mientras tanto, tan solo un único propietario estaría en disposición de concertar un contrato de alquiler ético.
Este propietario, que según detalló Gómez es de Maó, no ha sido el único interesado en la iniciativa pero, de momento, es el único que cumple todos los requisitos y otros dos, uno de Es Mercadal y otro de Es Migjorn Gran, están en trámites.
Sin embargo, de un total de 18 interesados 15 tuvieron que ser descartados por diferentes motivos. «Cuatro de ellos eran grandes tenedores que, en principio, no están incluidos dentro de las bases del programa. Otros dos quedaron excluidos porque planteaban un posible alquiler en urbanizaciones, que tampoco entra dentro del perfil del programa. Y otros siete, se presentaron con sus inmuebles alquilados y, por lo tanto, no son viviendas vacías», concretó Gómez.
Así, de momento, el programa cuenta con 85 familias buscando un renta de alquiler ética y un solo propietario que quiera ofrecer esta renta a cambio de las bonificaciones que ofrece el Consell.
En definitiva, se ha generado una demanda para la que ahora existe una oferta escasa y el objetivo ahora es determinar cuál de estas familias accederá a esta única casa en Maó. Algo que, según señaló Gómez, se determinará por «cuestiones técnicas». En cuanto a la partida reservada para este proyecto, también indicó que se encuentra blindada en los presupuestos del año que viene y que se utilizará cuando se formalicen los contratos entre familias y propietario.
La consellera Carmen Reynés, del PP, lamenta que haya tan pocos propietarios que hayan podido acceder al programa y opinó que deberían replantearse las bases para hacer el programa «más atractivo».