El Consell comprará antes de finalizar el año un local, que se está construyendo en Maó, propiedad del Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi), para que pueda albergar el futuro centro de baja exigencia que podrá dar cobijo a unas 15 personas en riesgo de exclusión social al no tener hogar.
El local es una planta baja, situada en la esquina entre las calles Francesc de Borja Moll y Roca i Vinent, de 198,48 metros cuadrados útiles, y el Consell lo comprará por 207.000 euros. Asimismo también adquirirá tres plazas de aparcamiento en el mismo inmueble, por 45.000 euros.
La firma de la compra se tenía que formalizar este pasado jueves en una notaría de Maó, aunque al final se ha pospuesto a la semana que viene, ya que se deben ultimar los últimos flecos del expediente. Está previsto que el próximo lunes el Consell Executiu apruebe la operación y por la tarde ambas partes firmen la compraventa.
Con esta operación, el Consell culmina el proceso para adquirir un local para poder abrir el centro de baja emergencia, iniciado hace ya más de un año, cuando convocó el concurso para comprar una planta baja. La licitación quedó desierta al no presentarse ofertas. El Consell después negoció directamente con propietarios privados para hacer una compra, pero tampoco fructificaron las negociaciones y al final ha optado por comprarlo al Ibavi. «Es una buena operación», defiende la consellera de Vivienda, Cristina Gómez, ya que «al pagar al Ibavi, el dinero seguirá en la administración pública y se podrá reinvertir en vivienda social».
Pese a que la compra ya está atada, la puesta en marcha del centro de baja exigencia, un servicio de acogida temporal para personas sin hogar y en riesgo de exclusión social que permitirá aligerar a las casas de acogida municipales, no será inminente, aunque se espera que pueda ser una realidad durante este mandato, que acaba en 2023. La promoción del Ibavi aún está en construcción, y se espera que esté acabada a finales del año que viene, que es cuando se entregará la planta baja. Después el Consell tendrá que equipar el inmueble y licitar la gestión del servicio.
Cristina Gómez dice que aprovecharán este año de espera para iniciar la redacción del proyecto de equipamiento así como el de la gestión, para que cuando se entregue la planta baja se pueda licitar las obras y empezarlas en 2021.
Proyectos pilotos
La consellera de Movilidad del Consell recuerda que el contrato para gestionar este centro de baja exigencia irá ligada al proyecto piloto de housing first, que consiste en que la empresa adjudicataria del servicio alquile y se encargue de la gestión de dos pisos (uno en Maó y otro en Ciutadella) que se destinarán personas que se encuentran hogar no de forma temporal, sino habitualmente.
Por otro lado, Gómez también apunta que en los presupuestos del Consell de 2020 se ha reservado una partida de 200.000 euros para la compra de un solar que se pueda destinar a «un proyecto novedoso de covivienda», en el que se cede el uso del suelo a una cooperativa para que construya viviendas sociales.