La Formación Profesional se ha apuntalado como una vía sólida para encontrar un trabajo. Incluso mejor que la rama del Bachillerato. Y el mercado laboral lo confirma. Es mínimo el número de personas que están inscritas en las listas del paro con un grado de FP en su mochila.
El colectivo de desempleados con un título profesional representa tan solo el 4,9 por ciento del número total de parados inscritos en el SOIB. Según los últimos datos disponibles que maneja la Conselleria de Trabajo del Govern, en noviembre eran 240 las personas con un grado de Formación Profesional. Y en referencia al nivel formativo dentro de esta rama, destaca el hecho de que no haya desempleados con un grado medio. Y con una FP Básica, solo 3. Los 237 inscritos tienen un grado superior.
Al otro lado de la balanza están aquellas personas que cuentan con el título de Bachillerato o una carrera universitaria. En noviembre había 1.081 personas con alguno de estos niveles de estudios y sin acceso al mercado laboral. Cuadruplican a los parados con un título de FP. En concreto, 725 personas sin empleo tenía el título de Bachillerato y las 356 personas restantes habían cursado una carrera universitaria.
Esta realidad se intensifica en verano cuando el empleo vive su momento de máximo esplendor y la cifra de parados cae a la mitad. El número de personas sin trabajo y con un título de grado en FP fue de solo el 4,6 por ciento, es decir, 116 personas.
Mientras que tampoco tenían trabajo en el mes punta del verano 639 personas pese a contar con el título de Bachillerato, una carrera universitaria o incluso un máster. Representan el 25,3 por ciento con respecto al número total de parados en ese momento.
Así, el buen comportamiento de la FP en cuanto a empleabilidad hace que estos estudios -que durante unos años atrás no gozaban de excesivo prestigio- sean ya ahora una garantía de calidad formativa para hacer frente a las necesidades del mercado laboral.
A pesar de esta tendencia al alza que está experimentando la Formación Profesional en la Isla, hay que indicar que las cifras son algo más tímidas en comparación con Mallorca o Eivissa. Allí la cifra de personas con un título de FP y sin empleo se sitúa bajo mínimos. Solo el 2,9 por ciento de parados mallorquines y el 3,8 por ciento de los ibicencos tiene esta formación.
Todos estos datos confirman los resultados de un estudio elaborado por el Govern con el Ibestat que refleja que la mitad de los estudiantes de FP logra un empleo el mismo año de titularse. La inserción laboral alcanza el 70 por ciento a los tres años de acabar el ciclo.
Estudios obligatorios
Pero las listas del paro confirman otra realidad. Y es que tener estudios más allá de los obligatorios son claramente necesarios e imprescindibles a la hora de conseguir un empleo.
El número de personas que busca un trabajo y que tiene estudios de Educación Primaria, Secundaria o no tiene ninguna titulación se dispara hasta los 3.529 parados, lo que representa el 72,7 por ciento con respecto del total de desempleados.
Este impulso de la FP está siendo contemplado en los planes futuros de la Administración al proyectar un nuevo centro de FP que se instalará en la antigua terminal marítima de Ciutadella para la rama concreta de Hostelería y Turismo y un nuevo centro en los cuarteles de Es Castell de carácter polivalente.