Las obras de instalación de las conducciones que deben llevar agua depurada desde la estación de Maó-Es Castell hasta la central de Endesa provocaron ayer el cierre de uno de los principales accesos a Maó, en concreto el que conecta la carretera general con la Avenida Josep Maria Quadrado, entre otras calles. Según las previsiones de la empresa constructora, esta situación se mantendrá hasta el sábado a las 18 horas.
Los coches que llegaban desde la carretera general eran desviados por otras calles, como Ses Rodees, mientras que quien pretendía salir de Maó desde los barrios cercanos debía dar un importante rodeo por la calle Sant Esteve (que circunstancialmente también estuvo ayer por la mañana cerrada durante unas horas por unas obras en un edificio) o la calle Vassallo.
Más larga va a ser la afectación al tráfico, por el mismo motivo, en la calle Fornells, donde se ha cortado al tráfico buena parte de uno de los dos carriles, en una zona sensible de circulación puesto que en ese ámbito se encuentra el centro de salud y una escuela infantil. Se ha neutralizado un importante número de aparcamientos. A pesar de los anuncios por parte de la constructora, la confusión era ayer importante entre los conductores.