El Ayuntamiento de Ciutadella no actuará por ahora sobre los restos de posidonia acumulados en las playas del municipio tras el último temporal, porque el decreto balear sobre la conservación de la posidónia océanica tampoco permite hacerlo en estas fechas del año. Así lo recordó este viernes la concejala de Medio Ambiente, Maria Jesús Bagur, quien junto a la alcaldesa Joana Gomila recorrió las playas de Santandria, Son Xoriguer, Son Saura y Cala en Turqueta para evaluar su estado tras el paso de la borrasca Gloria. El empuje del mar ha modificado la fisonomía de estas playas, ha dejado por ejemplo convertida en un pedregal la playa de Es Banyuls, la primera de las dos playas que conforman Son Saura del sur; y en otras dos playas ha causado daños en estructuras como la torre de socorrismo de Cala en Turqueta que «está destrozada», comentó la edil, y la pasarela de acceso para personas con movilidad reducida en la cala de Santandria, que en parte ha quedado enterrada y «se tendrá que recuperar».
En estos dos casos el Ayuntamiento sí actuará reponiendo el material dañado, pero en cuanto a la posidonia deberá esperar. El decreto establece que los restos de esta planta acuática no se pueden retirar en sectores de las playas urbanas entre los días 31 de octubre y 15 de marzo; en las playas naturales la prohibición abarca más meses y va desde el 30 de septiembre al 1 de mayo. Para retirar la posidonia oceánica, que precisamente ayuda a conservar los arenales, siempre se debe seguir el criterio de los técnicos de medio ambiente.