Colegios profesionales de arquitectos y aparejadores así como las patronales de la construcción ven con muy buenos ojos la reducción de la superficie de los pisos de protección oficial y consideran que el modelo es extrapolable al mercado libre. Esta propuesta, incluida en el paquete de medidas aprobado por el Govern balear para favorecer el acceso a la vivienda, contempla que los edificios de vivienda protegida puedan albergar residencias con una superficie media de 60 metros cuadrados, para poder así también rebajar los precios.
De hecho, hace años que las viviendas se están adaptando a la nueva realidad social: familias mucho más reducidas, monoparentales, parejas sin hijos o personas que viven solas. El tamaño más habitual de los pisos que se construyen en Menorca es actualmente de entre 70 y 90 metros cuadrados, ya que se ha ido reduciendo en los últimos años. Es poco habitual en la obra nueva encontrar pisos de cuatro habitaciones y 120 o 140 metros cuadrados, destinados a albergar un núcleo familiar mucho más extenso que el actual; basta recordar que ahora tener cinco o más hijos otorga la categoría de familia numerosa especial, cuando hace 40 años no era tan extraño que un matrimonio pudiera tener seis u ocho hijos.