A pesar de que las condiciones del decreto de alarma dejan muy clara la prohibición de que las navieras dejen viajar a pasajeros que no sean transportistas, según ha podido saber este diario, al menos en las primeras horas de aplicación de la medida se han permitido excepciones. Un ejemplo se ha registrado en la línea de Baleària entre los puertos de Barcelona y Maó, donde en la noche del pasado jueves pudieron embarcar viajeros residentes que ya tenían reserva. Lo hicieron después de recibir informaciones contradictorias y con el alma en vilo por tener que pasar una noche en la capital catalana sin alojamiento y sin poder estar en la calle.
Ni desde el Govern ni desde el Gobierno aclararon este viernes ante las peticiones de información si esas excepciones han sido puntuales o si se mantendrán en los próximos días. En cualquier caso sí que se han aclarado algunas situaciones previstas a modo de contingencia. También se permitirán el embarque de pasajeros en el caso de que sea por necesidad imperiosa, siempre debidamente justificado por motivos sanitarios, de logística o incluso psicológicos. En esos casos será imprescindible el permiso expreso de las delegaciones del Gobierno.