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Pandemia de coronavirus

Maties Torrent: «Todos tenemos que comportarnos como si fuéramos positivos»

Torrent. Frente a un gráfico sobre la evolución del covid-19. Recomienda que todo el mundo lleve mascarillas, eso sí, hechas a mano | M.T.

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Muchas son las dudas e incógnitas que se nos plantean ante este nuevo escenario desconocido y difícil de comprender. El epidemiólogo del Área de Salud de Menorca, Maties Torrent, aclara algunos de los principales interrogantes sobre esta pandemia sanitaria.

¿Ante qué virus nos encontramos?

— Su primera característica es que es nuevo (debido a una mutación) y por tanto de momento sabemos muy pocas cosas de él. Lo que sí sabemos es que tiene una gran capacidad de transmisión entre personas y que un porcentaje de los casos que provoca son graves.

Síntomas. Se ha hablado hasta el momento de fiebre, tos, dificultad para respirar. Pero ahora se apunta a diarrea y pérdida del olfato y el gusto. ¿Hay que tenerlos en cuenta?

— Los principales, como dices, son fiebre, tos o dificultad respiratoria, pero también con menor frecuencia puede presentarse con otros síntomas.

¿Somos conscientes de la magnitud de la situación?

— Creo que cada vez más gente es consciente de la magnitud del problema al que nos enfrentamos, pero sigue habiendo gente que le quita importancia y esto solo lo podemos parar si todos nos lo tomamos en serio.

La impresión es que el número de casos confirmados en Menorca es bajo. ¿Es así?

— El número es bajo porque somos pocos los que vivimos en Menorca. No hay que mirar el número absoluto de casos, sino el número por 100.000 habitantes para que los datos se puedan comparar. En este sentido es verdad que estamos en cifras más bajas que en otras regiones de España (y muy similares a las de Mallorca) pero la tendencia que sigue la epidemia aquí es exactamente la misma que en otros sitios.

¿Cuándo es previsible que Menorca alcance la punta máxima de contagios?

— Es muy difícil de decir ya que depende del efecto que tenga el confinamiento que estamos haciendo (no es suficientemente estricto), pero previsiblemente hacia final de mes o un poco más.

¿Lo peor está por llegar?

— Desgraciadamente sí, esta semana será complicada.

¿Y es posible prever el número de personas infectadas al que puede llegar Menorca cuando se alcance su pico máximo?

— También es muy difícil de hacer esta previsión. Lo importante ahora es que todos hagamos lo máximo que esté en nuestra mano para que este número sea lo menor posible. No se trata de acertar el número al que llegaremos, sino de que entre todos consigamos que este número sea el menor posible.

Conocemos el número de personas que han dado positivo, pero no el número de contagiados, ya que a los casos leves no se les hace la prueba y hay que sumar los asintomáticos. ¿Cuánta gente podría estar contagiada?

— No, es imposible de saber, pero obviamente muy superior al número de los positivos conocidos.

Con respecto a los test rápidos que están por llegar. ¿Es partidario de que se hagan las pruebas de manera generalizada?

— Si conseguimos tener los tests disponibles lo ideal sería generalizar las pruebas al máximo para poder insistir en el aislamiento de los positivos, pero mientras tanto todos tenemos que comportarnos como si fuéramos positivos y tomar las medidas para evitar pasárselo a otras personas. Esto es especialmente importante que lo hagamos con la gente mayor o con personas que tengan factores de riesgo: a estos grupos de población los tendríamos que tener aislados del resto de gente y si es necesario algún contacto con ellos para su cuidado hay que extremar las medidas de prevención.

¿Cree usted que la paralización total de la actividad económica debería estar entre las medidas para parar la propagación?

— Este es un punto muy importante, y muy complicado a la vez por todas las implicaciones que tiene. Como he dicho, para evitar el contagio hay que evitar el contacto entre personas y yo suelo decir que la mejor manera es ‘ni verse'. Y obviamente la gente que sigue trabajando y los supermercados siguen siendo focos de transmisión. Mi firme opinión es que debería pararse todo lo que no es imprescindible para que el ritmo de contagios se frene lo antes posible. Pido a empresarios y trabajadores el máximo esfuerzo por parar todo lo posible. En esta batalla estamos todos. Soy consciente de la gravedad de lo que estoy diciendo, pero es mejor que nos adelantemos. En Italia se resistieron inicialmente y al final han tenido que implementar el cierre total en todo el país. Cuanto antes lo hagamos, antes acabaremos con la epidemia y antes podremos empezar la recuperación. Y, por supuesto, los que sigan trabajando, han de hacerlo extremando las medidas de prevención.

¿Cuáles?

— Primero, reducir al máximo el número de personas que comparten un espacio para que se mantenga siempre la distancia de 2 metros (por ejemplo, estableciendo turnos para que haya el mínimo de gente a la vez y que además la gente de distintos turnos no tengan ningún contacto entre sí). En segundo lugar, ser escrupulosos con el lavado de manos, que se tiene que hacer bien y cada dos horas como mínimo y no hay que tocarse nunca boca, nariz ni ojos. Y en tercer lugar: ahora ya hay que ir siempre con mascarilla. Pero insisto, lo mejor para el control de la epidemia es: todos en casa.

¿Y en cuanto a los ‘súpers'?

— Obviamente necesitamos mantener el acceso a la comida, pero tenemos que hacerlo de manera que minimicemos los contactos y por tanto los contagios: se tiene que limitar muchísimo el aforo máximo permitido; el supermercado no puede ser un lugar de reunión, cada uno tiene que ir solo; las personas que tengan que esperar afuera porque ya está el aforo completo, tienen que hacerlo también respetando la distancia de seguridad, al igual que cuando se hace la cola en la caja. Tendría que haber solución hidroalcohólica y guantes desechables para todos los clientes. Y a partir de ahora todo el mundo tendría que ir con mascarilla (tanto el personal como los clientes). Además, sería muy importante que los supermercados ofrecieran el servicio de compra por teléfono o internet y reparto a domicilio para evitar contactos.

Hay dudas sobre el tema de las mascarillas. ¿Hay que llevarla?

— La respuesta es sí, pero hay que explicarla. En las fases iniciales de la epidemia no estaba justificado llevar mascarilla, pero en la fase actual es imprescindible. Además había miedo por si no había suficiente suministro. Las mascarillas de tipo sanitario se tienen que reservar para el personal sanitario porque es el que está más expuesto y el que más tenemos que proteger, y de estas no hay para la población general. Tiene que ser hecha en casa. Lo importante es que lleven la mascarilla los contagiados, para evitar contagiar a otras personas. Lo que pasa es que no hay manera de saber quién está contagiado y quién no, hasta que no se puedan hacer las pruebas de detección de una manera generalizada, por lo que todos somos potenciales contagiados (aunque no presentemos síntomas) y de ahí se deduce que la única manera correcta de evitar contagios es que todos nos pongamos la mascarilla.

¿Y cómo deben utilizarse?

— Antes de ponerse la mascarilla hay que lavarse las manos a fondo, la mascarilla debe cubrir completamente la nariz y la boca. Mientras se lleva puesta no se tiene que tocar la mascarilla. Las de tela se tienen que lavar con frecuencia, por lo que cada persona tiene que tener varias. Se pueden lavar con agua caliente y jabón o dejándolas en remojo unos minutos en una dilución de 20 mililitros de lejía por un litro de agua fría y después lavar normal. Una dilución de lejía con la misma proporción también se puede usar para desinfectar superficies y las cosas que toquemos (puertas o pestillos).

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