El Hospital Mateu Orfila se prepara para recuperar de manera gradual la normalidad a partir del próximo día 27 y con el objetivo de funcionar al 50 por ciento en las consultas externas, esto es, citar a la mitad de pacientes de los que acudirían en circunstancias normales para evitar concentraciones en las salas de espera.
El gerente del Área de Salud de Menorca, Romà Julià, avanzó ayer a este diario la estrategia que se diseña para volver a reorganizar la atención y el funcionamiento del centro, que desde hace más de un mes se ha volcado en frenar la pandemia del SARS-CoV-2 al tiempo que se mantenían las urgencias y operaciones preferentes. Dicho plan prevé reiniciar la actividad en las consultas de especialistas el lunes 27, cuando con toda probabilidad seguirá el confinamiento si prospera la tercera prórroga del estado de alarma que comenzó el 14 de marzo y que, de este modo, se extendería al 11 de mayo.
La evolución a la baja de la epidemia de covid-19 en Menorca hace que la dirección hospitalaria tenga ya la vista puesta en cómo se va a volver a la vida anterior al coronavirus, aunque Julià ya anuncia que las cosas tardarán en ser como antes si es que llegan a serlo nunca. «Esa imagen de gente en las salas de las consultas llenas no la vamos a volver a ver», declara.
La actividad se retomará de manera escalonada, «no queremos colas», subraya, «tenemos que ver cómo responde la gente». Esto significa que las listas de espera avanzarán más lentamente en las especialidades, y el servicio de citas jugará un papel importante; también habrá que tener en cuenta la reacción de los usuarios, ya que el temor al contagio también pesará a la hora de recuperar esa normalidad de acudir a la atención personal en las consultas. Julià recuerda asimismo que la estrategia será flexible y se adaptará a la evolución del confinamiento así como la pandemia en la Isla.
Cirugías
En cuanto a las intervenciones quirúrgicas, durante las últimas cinco semanas ha funcionado un solo quirófano, destinado a las operaciones urgentes y las preferentes, como son las oncológicas. A partir del 27 de abril se pondrá en marcha un segundo quirófano para recuperar actividad e ir rebajando la lista de pacientes que esperan ser operados.
La lucha contra el coronavirus SARS-CoV-2 ha supuesto para el Área de Salud y en concreto para el hospital profundos cambios organizativos. Hubo que acondicionar la Unidad de Recuperación Postanestésica (URPA) para convertirla en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para pacientes no covid-19 y se han llegado a dedicar otras dos UCI para los enfermos covid. También se tuvo que crear circuitos de pacientes para evitar el riesgo de contagio y poner en marcha las unidades volantes que dependen de Atención Primaria, donde también hay itinerarios diferenciados para enfermos con síntomas de infección respiratoria. En el hospital esos cambios se afrontaron con los recursos humanos existentes, «modificando puntos de trabajo y horarios», señaló ayer el gerente, y «con los mismos tenemos que volver a la situación previa». Aunque ha habido momentos de alta ocupación en cuidados intensivos, no se ha pasado de diez pacientes críticos.