Todas las escalas de crucero de marzo, abril y mayo en el puerto de Maó han sido canceladas por las navieras. En conjunto habrían transportado unos 17.000 pasajeros, según los cálculos realizados por los consignatarios, ya que uno de los buques con más escalas programadas era el «Costa Victoria», con capacidad para más de 2.000 pasajeros.
Los meses de primavera y los de otoño son los que más actividad concitan en este tipo de turismo, son la temporada alta. La primera parte se ha perdido, si bien no definitivamente, para el mes de mayo algunas escalas programadas «están vivas todavía, pero se suelen cancelar unos días antes», explica Rosa Cardona, la consignataria responsable de la mayor parte de las escalas que se producen en Menorca.
El resto de las escalas programadas hasta fin de año están en el aire, a la espera de la evolución de la pandemia que ha paralizado el mundo, en particular todas las actividades relacionadas con el turismo. Se trata de 37 cruceros, 7 de ellos previstos para junio, que son los que más riesgo de suspensión tienen ahora mismo, mientras que los programados para después del verano suscitan más esperanza de que puedan llevarse a cabo.
Entre septiembre y octubre las escalas programadas son 26, mientras que en los dos meses centrales del verano son 11. El mantenimiento o supensión de las mismas depende de varios factores, entre los que el más importante hace referencia a la apertura de fronteras que permita la operación en puertos de distintos países.
Todas las navieras están a la espera de los requisitos que los gobiernos y autoridades sanitarias les requieran para retomar la actividad en un sector que ahora mismo está paralizado.
Una de las medidas más previsibles es la limitación del aforo de los buques, en consonancia con la medida de la distancia social que se está generalizando en todos los ámbitos. A falta de protocolos específicos sobre contención del coronavirus, la actividad tendrá que adaptarse a los cambios que se están poduciendo y que han de concretar nuevas medidas de seguridad sanitaria. Las empresas esperan que como mal menor, puedan recupear los itinerarios programados aun a costa de transportar la mitad del pasaje.
En los últimos años están trabajando en los puertos menorquines, Maó fundamentalmente y Ciutadella en menor medida, media docena de navieras. Costa, Royal Caribbean, Silversea Cruises, Hapag Lloyd y Carnival han sido las más activas en las temporadas recientes.
Cuanta razon tiene Esfumado cuando dice: "Me imagino que todos estos que se alegran y aplauden la NO llegada de cruceros, ni turismo, espero que estos mismos NO hayan viajado nunca ni se les ocurra viajar nunca más en toda su vida más allá de su pueblo o isla. Lo digo sobre todo para que "ellos", no contaminen otros lugares o molesten a sus residentes del lugar que decidan visitar en el futuro. Deberían saber que el turismo bien entendido y la hospitalidad representa doble riqueza, por supuesto la económica del lugar visitado y el intercambio cultural de unos a otros y viceversa. Por cierto, el ser humano, viaja y se mueve desde los inicios de la creación."