La crisis socioeconómica provocada por la pandemia ha obligado a reestructurar las cuentas del Consell para 2020, que tras el visto bueno del pleno celebrado ayer –el primero desde que se decretó el estado de alarma–, ahora dispone de dos millones de euros para financiar la reconstrucción de los sectores productivos. Esos dos millones se liberan con la transferencia de partidas entre departamentos y uno de los que sale peor parado es el de Cultura, Educación, Juventud y Deportes, que incluye asimismo Patrimonio. También Medio Ambiente, en concreto el área de Reserva de Biosfera, cede cantidades importantes para luchar contra la recesión que ha seguido a la emergencia sanitaria.
Se sacrifican y traspasan dotaciones como la del Plan de Acción de la Reserva 2019-2025, con 45.000 euros; las ayudas a la producción audiovisual y la creación en artes escénicas, con 24.000 euros; los 20.000 euros de limpieza y señalización de monumentos; o los 100.000 que estaban reservados para la mejora de caminos de la red rural y local, aunque es cierto que cantidades antes atomizadas en las cuentas ahora se concentran en grandes partidas: 750.000 para que los ayuntamientos apoyen comercio y restauración, 300.000 para agricultura y ganadería, 400.000 para artesanía e industria, 350.000 para el turismo y 200.000 para el tercer sector.
El pleno de la institución aprobó ayer la modificación presupuestaria pero no hubo unanimidad. La mayoría de gobierno de PSOE-Més-Podemos acordó esa reestructuración mientras que la oposición de PP y Ciudadanos se abstuvo. No por diferencias en cuanto a la necesidad de medidas de choque sino porque, según señaló el portavoz del Grupo Popular para asuntos económicos, Adolfo Vilafranca, se considera el plan poco ambicioso. «No se acompaña de otras medidas de mejora y simplificación de procesos administrativos, por ejemplo, y no prevé ninguna inversión, es una modificación que va orientada puramente al gasto».