El goteo de cancelaciones de escalas de cruceros en el puerto de Maó es constante a medida que pasan las semanas. Paulatina. Las compañías actúan según van conociendo novedades sobre el retorno a la normalidad, con suma cautela. Empresas de gran presencia en la Isla como Costa Cruceros ya han anunciado que no moverán un solo barco hasta el 1 de agosto, aunque en realidad no se espera una reactivación sensible de la actividad hasta septiembre o, incluso, octubre.
La programación de escalas de la página web de Autoridad Portuaria de Balears incluye 35 escalas en lo que queda de año, aunque es una cifra ficticia. Algunas serán anuladas en breve y es casi imposible que atraquen turistas de crucero en Maó antes de agosto. Es más, diversas fuentes apuntan directamente a septiembre. Rosa Cardona, responsable de la principal empresa consignataria de Maó, considera que septiembre es una previsión posible pero «muy optimista».
Si fuera así, se salvarían 25 de las escalas ahora programadas, once de ellas en el dudoso septiembre. Pero tampoco son seguras, a pesar de que existe demanda por parte de los cruceristas. Podrían caerse muchas de estas. «La temporada se da prácticamente por perdida», señala Rosa Cardona. Varios factores influyen en la reactivación de este tipo de turismo, como la apertura del tráfico internacional marítimo, las condiciones que se impongan a los cruceros en cuanto a los protocolos de seguridad o las decisiones que tomen cada uno de los países por los que pasa un barco en cada ruta.