Campañas de promoción turística específicas para Menorca, diferenciadas de Mallorca; y la imperiosa necesidad de mejorar el transporte aéreo, tanto en las rutas interinsulares como en Barcelona, fueron las principales reivindicaciones menorquinas expuestas este jueves a don Felipe y doña Letizia por la Asociación Hotelera de Menorca y el Cercle d'Economia de Menorca.
El presidente de Ashome, Luis Pablo Casals, lo realizó de forma presencial, en la audiencia de los Reyes con agentes sociales y económicos de Balears; mientras que el presidente del Cercle, Francisco Tutzó, ante las dificultades para desplazarse a Mallorca, transmitió sus peticiones a través del Cercle d'Economia de Mallorca.
Preocupación e incertidumbre
Los Reyes -acompañados por la presidenta del Govern, Francina Armengol; y la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto- mantuvieron sucesivas reuniones con empresarios, sindicatos y representantes del tercer sector de Balears.
Los responsables económicos y sociales de las Islas trasladaron a don Felipe y doña Letizia la preocupación generalizada por la situación de Balears y la incertidumbre de una temporada turística que no ha arrancado, así como los ERTE y el plan piloto del turismo alemán para Mallorca.
Promoción de y desde Menorca
En su intervención, el presidente de Ashome, Luis Casals, propugnó «gestionar toda la promoción turística de Menorca desde Menorca» para lo que reclamó recursos a la presidenta Armengol, sentada a su lado. Afirmó que «Menorca debe desmarcarse de Mallorca» y explicó el profundo cambio que ha registrado la economía menorquina durante los últimos cuarenta años, que hoy depende en más de un 80 por ciento de la actividad turística.
Francisco Tutzó solicitó la mediación de los Reyes para «mejorar la conectividad aérea entre las isla, tanto en horarios como en vuelos». Dijo que «no es de recibo que para el trayecto Mallorca-Menorca solo dispongamos de tres frecuencias diarias». El presidente del Cercle también denunció «la abusiva tarifa de precios en los vuelos con Barcelona, que hoy opera en régimen de monopolio, lo que desincentiva la llegada a Menorca de turismo nacional y penaliza a los no residentes».