El trajín constante de camiones entre la depuradora de Es Castell y la central del puerto de Maó va a seguir durante el verano. A pesar de que las últimas previsiones apuntaban a que las obras de canalización de agua hasta la térmica acabarían a lo largo del mes de julio, Endesa confirmó ayer a este diario que el proyecto está sufriendo un retraso considerable y que no está previsto que concluya hasta finales de septiembre o incluso principios de octubre. Cabe recordar que la central necesita nutrirse de un importante caudal de agua para alimentar el sistema de refrigeración que puso en marcha con el nuevo año para cumplir con la directiva europea de reducción de emisiones industriales.
Desde la compañía eléctrica explican que en este retraso sobre el calendario previsto han influido, por un lado, el parón de los trabajos que sufrió por el cese de las actividades no esenciales por la pandemia y, por otro, pequeñas modificaciones del proyecto que han tenido que incorporarse. La conducción de agua desde la depuradora ha cubierto prácticamente todo el trazado hasta la central y la huella de las zanjas abiertas en los últimos meses sigue presente en las calles y caminos por los que discurre.
Endesa destaca que por la bajada de actividad económica que sigue provocando la crisis sanitaria, los niveles de demanda son inferiores a los que son habituales en verano, por lo que no será necesario cubrir tanta demanda eléctrica. De ese modo, defienden, el tráfico de camiones, que en épocas punta se calculaba que podía alcanzar los 16 diarios (cada uno con trayecto de ida y vuelta) se quedará en niveles equiparables a una demanda primaveral. En la última información que ofreció la compañía aseguraba que se ese movimiento de camiones estaba en una horquilla diaria de entre diez y trece camiones cisterna con capacidad para transportar 27.000 litros de agua.
La compañía asegura que ha tenido en cuenta ese factor a la hora de asumir el retraso en la obra y que si se tratara de un año normal, habrían buscado fórmulas para acelerar el proceso para que los camiones dejaran de circular durante el verano. El cumplimiento de la directiva europea (aprobada en el año 2010 y que daba como último plazo el 1 de enero de 2020) implica una reducción de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) de alrededor de un 70 por ciento.