Un total de 445 alumnos de Menorca han comenzado este martes y durante tres días las pruebas de acceso a la universidad. Para evitar aglomeraciones y respetar las distancias de seguridad, la Universitat de les Illes Balears ha habilitado dos sedes, el recinto ferial de Maó y la sala multifuncional de Ciutadella.
En comparación al año pasado, el número de examinantes de esta selectividad aumenta cerca de un diez por ciento. Se da la circunstancia, además, de que la mayor parte de los inscritos (266 de 445) son mujeres.
Las pruebas de acceso de este año están marcadas por las medidas de prevención del coronavirus, con más espacios habilitados para los exámenes, distancia entre mesa y mesa, mascarillas obligatorias excepto en el aula y la recomendación de llevar comida propia. Cada estudiante dispondrá de su propia mesa.
El delegado de Educación del Govern Balear en la isla, Joan Marquès, destaca la capacidad de adaptación a las circunstancias que ha provocado la pandemia.
«Todo el mundo se ha tenido que adaptar, a nivel logístico la conselleria, así como los alumnos en el ámbito académico. El comportamiento de los jóvenes es ejemplar y están cumpliendo con los protocolos establecidos para evitar contagios», ha remarcado.
La Universitat Illes Balears (UIB) ha habilitado cuatro aulas en cada recinto, con el objetivo de mantener la distancia de seguridad.
Por otro lado, 17 profesionales velan por el desarrollo de la las pruebas.