La calidad del aire que respiramos durante 2019 en la Isla fue entre «excelente y buena», según se desprende del informe anual elaborado por la Conselleria de Transición Energética y Sectores Productivos. Valoración que se hace extensible al resto de la comunidad a pesar de la presencia de varios contaminantes.
En el caso concreto de Menorca, en lo que se refiere a la evaluación realizada de dióxido de azufre, la estación de Pous es la que detectó el valor más elevado de la Comunidad, con 43 gramos por metro cúbico, por la influencia de la de la central térmica y el puerto de Maó, aunque con valores muy por debajo de los permitidos en la legislación (300). Por otra parte, en lo que toca a los análisis realizados de dióxido de nitrógeno, en el punto de recogida de datos en la EMEP de Maó registró el valor más bajo de las Islas, con tres gramos por metro cúbico, lo que implica que la calidad es excelente.
En Menorca, en el apartado que habla de la presencia de partículas en suspensión, originadas principalmente por el tránsito de vehículos, la calidad del aire es excelente. Por último en lo que se refiere al ozono, considerado un contaminante secundario, el informe sostiene que a nivel balear la calificación oscila «entre regular y mala», aunque en el caso de Menorca las condiciones mejoraron mucho el año pasado.