El Consell ha puesto en marcha el proceso de licitación del nuevo contrato de limpieza de playas, con un pliego de condiciones que incluye una serie de mejoras respecto a los recursos con los que se ha estando prestando el servicio en los últimos años. El nuevo contrato se plantea por un periodo de ocho años con un presupuesto total de 8,6 millones de euros, cuando la partida económica que este año se ha contemplado para esta tarea supera ligeramente el millón de euros.
Según explica el director insular de Proyectos Sostenibles, Isaac Olives, una de las novedades del nuevo contrato será que se duplica el número de brigadas que estarán activas en la temporada baja, periodo que abarca del 1 de noviembre a dos semanas antes del inicio de la Semana Santa. Así las cosas, en estos meses la empresa que resulte adjudicataria contará con al menos cuatro brigadas de dos personas, además de un encargado. También en temporada baja se contará con la mejora de un tractor para la retirada del litoral insular de troncos y animales muertos.
Por lo que se refiere a la temporada alta, del 1 de mayo al 30 de octubre (antes existen los periodos de Semana Santa y pretemporada), se establece un refuerzo en cuanto a las tareas de encargado. Así las cosas, en pleno verano, el servicio contará, como mínimo, con ocho equipos de dos personas por la mañana, con un refuerzo adicional del 1 de junio al 15 de septiembre de cuatro operarios más, con un encargado al cargo. Por las tardes, el pliego de condiciones contempla dos equipos de dos personas y un encargado de servicio, con tareas de operario a su cargo.
Isaac Olives comenta que el pliego de condiciones recoge además la necesidad de renovar toda la maquinaria y la mejora de las condiciones laborales del personal, de acuerdo con el convenio del sector.
Error
La licitación del nuevo contrato de limpieza de playas ha sufrido un contratiempo por un error en la elaboración de los pliegos, que derivará en una demora de aproximadamente veinte días. El plazo para la presentación de las ofertas se abría el 2 de septiembre, pero hace unos días una de las empresas interesadas en el concurso advirtió de la existencia de un cálculo mal realizado a la hora de reflejar el precio por hora trabajada. Así lo trasladó al Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, que por este motivo requirió al Consell la suspensión de los trámites relativos a esta licitación.
Isaac Olives explica que el error existe y que la opción elegida por el Consell ha sido suspender de inmediato el proceso de licitación para abrir otro con idénticas condiciones en el menor espacio de tiempo posible. De este modo, la demora es inferior. La complejidad del pliego de condiciones ha llevado a esta incidencia, afirma el director insular.