El Consell ha aprobado un aumento de las tarifas que se aplican en el transporte público de viajeros en autobús de línea regular. Suben todas las líneas poco más del tres por ciento, lo que trasladado a cada billete supone entre cinco y veinte céntimos. Estarán vigentes desde mañana, 1 de octubre.
Dado el retroceso que ha experimentado el uso del transporte público tras el confinamiento y la situación de pandemia, no parece el mejor momento para aplicar este tipo de medidas. «Nunca es buen momento, de hecho, el aumento estaba previsto para Semana Santa, pero hemos de cumplir la ley y además premiamos la fidelidad del usuario», resalta la consellera de Movilidad, Francesca Gomis.
La fidelidad hace referencia a los viajeros que utilizan abonos (T10, T40 y T-Jove), por lo que no verán alterado el precio que están pagando ahora. Eso significa que, tras el aumento de las tarifas generales, tendrán en realidad un mayor descuento.
La consellera aduce que el aumento es prácticamente simbólico, «nadie dejará de subir al bus, aunque sea de forma esporádica por 10 o 20 céntimos más en el precio», que además se redondeará de cinco en cinco céntimos. Por ejemplo, el aumento del 3,19 por ciento fijado para la línea 1, la de más tránsito, dejaría el billete de Maó a Ciutadella y viceversa en 5,26 (hasta hoy es de 5,10), pero se redondea a 5,25, según precisa Damià Moll, director insular de Transporte.