El conflicto en el Área de Salud de Menorca continúa abierto. Cuatro días después del acuerdo que puso fin a la crisis por el anuncio del cese del jefe de la UCI del hospital Mateu Orfila, la mayoría de los sindicatos que integran la junta de personal del Área de Salud piden el cese del gerente, Romà Julià, y de la directora médica, Tamara Contreras.
Así lo solicitan en un escrito presentado este lunes al mediodía, y dirigido al director general del IB-Salut, Juli Fuster.
Argumentan que la crisis que abierta en las últimas semanas es una «evidente mala gestión, injustificable de esta gerencia» y que ha causado «un daño a la práctica diaria en el Área de Salud de Menorca a los trabajadores y usuarios». Las críticas también van contra la directora médica por su «mala praxis», ya que, dicen, «derivado de parte de sus decisiones, hemos llegado a esta situación».
Los sindicatos lamentan que se ha obviado a la junta de personal, y aunque no se aceptaron las reuniones que esta pidió cuando estalló el conflicto. Manifiestan que se «ha abierto un cisma entre los diferentes servicios hospitalarios y contribuir a crear un clima laboral tenso y prolongado en el tiempo».
Afirman que los gestores públicos «deben ser ejemplo de transparencia y buen hacer», algo que «en los últimos tiempos no se ha producido». Por este motivo, solicitan la dimisión de Julià y Contreras.
El escrito es firmado por los sindicatos SATSE, USAE, CSIF, CCOO, con el apoyo de UGT y la abstención del Simebal.
Simebal, por su parte, ha informado de su posición en un comunicado donde afirma: "Consideramos que prolongar la polémica no solo no aporta nada sino que aviva los rescoldos de una situación que nunca debió producirse. Aunque la gestión de la crisis ha sido manifiestamente mejorable, consideramos que ahondar en heridas aún abiertas no facilita el entendimiento entre el colectivo médico, ni ayuda a mejorar la convivencia ni la armonía tan necesaria en estos momentos de alarma sanitaria."