El alcalde de Maó, Héctor Pons, ha asegurado este viernes por la tarde que «las cosas se han hecho correctamente», en el caso del concejal de Servicios Sociales, Enric Mas, que ha recibido ya la primera dosis de la vacuna contra la covid-19. En una comparecencia de urgencia, ha explicado que lo hizo en el turno correspondiente a los trabajadores de la residencia geriátrica municipal, y a instancias de las indicaciones de la Conselleria de Salud, que incluyó a Mas en la lista de personas susceptibles de entrar en la ronda inicial de inmunización, por delante, por ejemplo, de los profesionales sanitarios de primera línea o los usuarios de los centros de día. El motivo de esta decisión fue su permanente presencia en el centro y el contacto que mantiene con los profesionales del mismo, según explicaron ayer ambas administraciones. El lunes esté previsto que pueda recibir la segunda dosis.
El alcalde ha manifestado que «nadie se ha vacunado por su condición de concejal, lo ha hecho porque forma parte del equipo del geriátrico, como un trabajador más», de acuerdo con los parámetros sanitarios. De hecho, durante el brote de dos meses y medio que ha pasado el centro (se ha dado por cerrado esta semana), Mas también se sometió a los distintos procesos de cribado que realizó Salud. El alcalde remarcó que «la condición de concejal no se ha tenido en cuenta ni se ha usado en beneficio propio como otros casos en España».
Ante el hecho de que ningún otro concejal de Servicios Sociales de la Isla se haya vacunado, el gerente del Área de Salud de Menorca, Romà Julià, ha argumentado que, en el caso de Mas, «su implicación en el día a día del geriátrico, en un continuo contacto, es un hecho diferencial», algo que se vio incrementado durante el citado brote en el que las reuniones en el mismo centro con su presencia fueron constantes.
Mas: «Me explicaron que no vacunarme podía ser un riesgo»
Por su parte, el concejal Enric Mas ha explicado que aceptó la propuesta de Salud de inmunizarse «cuando me hicieron entender que no vacunarme podía ser un riesgo» para los usuarios y los trabajadores del geriátrico. Romà Julià explica que el criterio seguido para incluirlo en la lista de primeros profesionales a inmunizar «es un hecho absolutamente técnico, durante el brote estuvo muy implicado, como el resto de profesionales. Ha sido una actuación adecuada».