Las obras de transformación de las dependencias del edificio AENA del Aeropuerto de Menorca para poner en funcionamiento la primera torre de control remoto de España ya están en marcha. Los operarios de la constructora menorquina M.Polo, junto a la instaladora Barber Coll encargada de los trabajos de adecuación, ya están sobre el terreno. El ente de gestión aeroportuaria sigue adelante con sus planes sin que al parecer hayan tenido ningún efecto los acuerdos alcanzados tanto en el Parlament, como en el Consell en los que se plasman los temores que genera este nuevo sistema de control aéreo y en los que se reclama que se siga apostando por la construcción de una nueva torre física, en sustitución de la actual, con más de medio siglo de historia, una de las más antiguas del país.
La adecuación de las dependencias fueron adjudicadas a las dos empresas menorquinas por 1,53 millones de euros y el contrato establece un plazo de ejecución de 19 meses, aunque desde AENA estiman que la nueva torre virtual –la operación del tráfico se llevará cabo a través de pantallas y sin visión directa de las pistas– puede entrar en funcionamiento en fase de pruebas en un año, a principios de 2022. El edificio, con una superficie de casi 800 metros cuadrados, será remodelado sin modificaciones sustanciales a nivel arquitectónico y en ningún caso supondrá construcciones de nueva planta.
La sala de control remoto se ubicará en la planta baja. En el extremo oeste de la primera planta se situarán las salas de simulación, un aérea polivalente y el despacho del jefe de instrucción. En la dependencia de control remoto habrá dos puestos de control y un tercero de apoyo, todo ello equipado con un vídeo wall, una gran pantalla, con una visión panorámica de 360 grados. Cabe tener en cuenta que esos 1,53 millones solo se refieren a los trabajos de adecuación del edificio. La parte de la instalación técnica del proyecto ha sido adjudicada a la empresa madrileña Gesnaer Consulting por 1,49 millones de euros.