A partir del lunes Menorca verá suavizadas las normas restrictivas derivadas de la desescalada contra la pandemia, que serán más ajustadas a la baja incidencia de contagios lograda en la Isla durante el último mes.
La presidenta del Consell, Susana Mora, ha elevado varias peticiones al Ejecutivo balear después de que el lunes su portavoz, Yago Negueruela, adelantara cambios en las normas que afectan a Mallorca y Eivissa pero no se refiriera a Menorca, anclada en el denominado nivel 2 avanzado desde el 2 de marzo, de menor trascendencia respecto al nivel 4 en el que había estado con anterioridad.
Considerando la reapertura de la restauración interior en Mallorca con una incidencia que casi multiplica por seis la de Menorca por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días (9,64 frente a 53,68), resulta inevitable que las peticiones trasladadas por la presidenta del Consell, Susana Mora, sean atendidas. La primera autoridad insular mantiene la necesidad de seguir con las espadas en alto pese a la reacción de los sectores más afectados por las restricciones, «entiendo ese sentimiento y a quién dice que es fácil decidir desde un despacho, pero se trata de realizar un último esfuerzo».
Ese postrer sacrificio, sin embargo, será inferior cuando el Govern anuncie en los próximos días los cambios en Menorca. En este sentido, se aumentará el aforo en locales de restauración, incluidos los interiores, actualmente al 30 por ciento, que podría pasar al 50, al tiempo que se estudia un horario más extenso de apertura dada la obligatoriedad actual de cerrar los interiores de bares y restaurantes a las 17 horas. «Se trata de flexibilizar para dar más oxígeno a esta actividad económica», justifica la presidenta. José Bosch, al frente de la patronal de restaurantes de CAEB, se refiere a esta ampliación «necesaria para que al menos podamos servir cenas tempranas si nos dejan hasta las 21 o 22 horas».
En todo caso, Susana Mora ya advierte que desde el Govern, de acuerdo a las directrices de Salud, son reticentes a reducir el horario del toque de queda entre las 22 horas y las 6 de mañana, por su efectividad demostrada, ni el de los fines de semana, cuando los locales deben estar cerrados a partir de las 18 horas. Entiende el Ejecutivo que esta medida evita la movilidad noctura y sus prácticas asociadas que provocan relajación en el uso de las mascarillas. «Estos movimientos generan encuentros sociales que ahora se creen prescindibles», explica la primera autoridad insular.
Menorca también ha pedido que pueda aumentar el número de comensales en las mesas, hasta ahora de seis personas, o bien el de los grupos de convivencia en terrazas y encuentros familiares, no en interiores.
Deporte menor y gimnasios
Otros cambios se introducirán en las prácticas deportivas que podrán recuperarse en las categorías inferiores. La presión social para que puedan volver a competir los menores de 12 años en deportes de contacto, tendrá su reflejo y está previsto que lo hagan incluso a partir de este fin de semana.
En los gimnasios los usuarios podrán ejercitarse sin la obligatorieda de utilizar la mascarilla y se prevé volver a permitir el uso de las duchas.