Todos los indicios apuntan a que se trata de una patera con ocupantes que llegó a la costa de Sant Adeodat, en Es Migjorn, el jueves antes del atardecer. A esa hora fue hallada por una vecina. Este viernes se encontró en las proximidades de la barca un bidón que habría servido para transportar combustible con el que alimentar el motor, que como ha ocurrido en casos precedentes, no se hallaba ya en la embarcación. El bidón fue depositado junto a una papelera del paseo de Sant Tomàs para que el oleaje no lo arrastrara mar adentro.
Los curiosos que este viernes visitaron el lugar observaron que el fondo de la barca había sido agujereado para facilitar su inundación una vez había tocado tierra. Sin embargo, al hallarse entre las rocas, aún se mantenía a flote. Es habitual utilizar este recurso al finalizar la travesía para evitar rastros del viaje.
La Guardia Civil informó este viernes que se investiga la procedencia de la embarcación, que es muy similar a otros procedentes de las costas argelinas el año pasado. El casco está pintado de azul y carece de rotulación alguna, circunstancia que dificulta aún más el rastreo. No descarta que sea una patera pero tampoco dispone de información para afirmarlo.
Un helicóptero sobrevoló este viernes la zona, aunque el aparato no era de la Guardia Civil ni de Salvamento Marítimo.
La última patera que hasta el jueves había llegado a las costas menorquinas fue avistada el 3 de noviembre en Binisafúller. En aquella ocasión disponía de motor fuera borda y las pesquisas de la Guardia Civil dedujeron que podría tratarse de una embarcación con la que se hizo una travesía de Argelia a Mallorca y fue abandonada después. La corriente la habría trasladado hasta la costa sur menorquina. No se descarta ahora la misma hipótesis.