Empresarios de bares y restaurantes de Ciutadella se unieron ayer en una protesta convocada al margen de las asociaciones que representan a su sector, patronales por las que se sienten «abandonados» a su suerte un mes más, el tiempo que durarán las restricciones que ponen en jaque sus negocios, según declaró su portavoz Julio Cortés Llorens. «Nos están buscando la ruina», afirmó ayer este empresario de la restauración, momentos después de que se celebrara la concentración a las puertas del establecimiento Ca n'Àngela. Alrededor de 30 empresarios, según los organizadores, asistieron a la protesta, a la que se sumaron proveedores, también afectados por la crisis que vive el sector, y clientes que se han solidarizado con la causa de bares y restaurantes.
Sus reivindicaciones son conocidas: quieren la reapertura total de interiores mientras la situación sanitaria esté controlada, como ocurre ahora mismo en Menorca, y que se levante el cierre obligado de esos interiores a las 5 de la tarde; también exigen que se permita a los ciudadanos circular libremente, suprimiendo el toque de queda a las 10 de la noche, para de ese modo, poder recuperar las cenas. «No podemos seguir viviendo así», afirmó Cortés, «¿esto qué es? ¿una dictadura?», se preguntaba el restaurador, al tiempo que recordaba que «si no hay positivos hay que abrir del todo, si no, ¿cómo va a ser la nueva normalidad?».
Para el sector de la restauración ayer entraron en vigor las medidas aprobadas por el Govern que permiten el aforo al 100 por cien de terrazas y al 50 por cien de interiores cerrándolos a las 17 horas. También se obliga al cierre total a las 18 horas los viernes, sábados y vísperas de días festivos.