La economía de Menorca registró en 2020, año de la covid, una caída del 23,3 por ciento. Se trata de un porcentaje similar al que experimentó la economía balear, que cerró el año con caída «histórica» del 23,7 por ciento de su PIB, equivalente a 7.821 millones de euros, respecto a 2019, aunque representa un frenazo menor respecto a las previsiones iniciales, que llegaron a prever una caída del 31,6 por ciento.
El director general de Modelo Económico y Empleo, Llorenç Pou, ha presentado este martes el informe de coyuntura económica de las Islas y ha explicado que la caída del PIB balear supone una «ruptura» de siete años de crecimiento económico que, además, estaba yendo ligada a crecimiento del PIB per cápita, es decir, a mejora del bienestar.
Pou ha resaltado que la caída de la economía ha sido consecuencia principalmente de las medidas de control de la pandemia y que ha sido «mucho más grave» que la caída experimentada por la caída de la economía española, el doble, y de la Unión Europea.
El director general ha hecho hincapié en la mejora del comportamiento de los principales indicadores que muestran que, atendiendo al crecimiento intertrimestral, en Baleares se ha observado un crecimiento del PIB del 21,5 por ciento en el tercer trimestre frente al segundo, y del 16,3 por ciento en el cuarto respecto al tercero, mientras que la economía española se muestra «estancada».
En esta línea, Pou ha subrayado que a diferencia de crisis anteriores la actual no ha ido ligada a una destrucción del tejido productivo sino a una paralización de su capacidad.
De manera gráfica, ha apuntado que Baleares «ha paralizado las máquinas pero sigue contando con ellas a la espera de una reactivación de la demanda». En este punto ha destacado el esfuerzo tanto de la actividad privada como de la administración.
El director general ha apuntado que aunque no hay actividad turística, se está observando una reactivación y un impulso ligado a otras actividades que mejoran la situación respecto a la economía española, aunque todavía lejos de «los datos prepandemia».
La caída más acusada
Según ha resaltado Pou, se trata de una caída muy intensa, sin precedentes en la serie histórica de la economía de las Islas, que sufrió la contracción más intensa en el segundo trimestre del año, con un -40,5 por ciento, coincidiendo con el periodo de confinamiento y la paralización de la economía.
En todo caso, Pou ha destacado que los datos «ponen en evidencia» que las medidas de escudo social desplegado, con la protección y preservación de empresas y puestos de trabajo, han contribuido a frenar la caída de PIB.
Por Islas, la caída ha afectado más en las Pitiusas (-29,9 por ciento), y las islas de Mallorca (-22,6 por ciento) y Menorca (-23,3 por ciento) se han situado por debajo de la media de las Islas Baleares.
En cambio, por sectores, las actividades agropesquera (-8,2 por ciento) y de la construcción (-12,3 por ciento) han sido las menos perjudicadas por el parón económico, que hecho caer la industria (-19,4 por ciento) y los servicios (-25,2 por ciento).
Con todo, Llorenç Pou ha indicado que para 2021 la estimación de crecimiento del PIB se situará en el 11,1 por ciento, que ha condicionado a la buena evolución del comportamiento de la pandemia.