En el objetivo principal no hay discusión. La conversión de la Plaça des Born de Ciutadella en un espacio pacificado, con menos coches y más metros cuadrados peatonales gusta en líneas generales a los dos partidos de la oposición (ambos lo llevaban en sus respectivos programas electorales), los comerciantes y los arquitectos consultados. No obstante, en el proceso para lograrlo surge la discrepancia y las dudas en relación a los planes del equipo de gobierno municipal. En los ‘peros' a la iniciativa se repite una palabra por encima de las otras: aparcamientos. La opción de convertir en parquin el espacio de L'Oar se ve con buenos ojos, aunque no como suficiente.
«A la larga la mayor parte de la gente quiere ver la Plaça des Born peatonal, es un objetivo muy compartido», expone Macià Coll, portavoz de la asociación de comerciantes Ciutadella Antiga. No obstante, expone que el proyecto no es posible «si antes no se resuelve el problema del aparcamiento, no se puede hacer una cosa sin la otra. Primero crear aparcamientos y luego peatonalizar la plaza». Para Coll estos aparcamientos deben ser accesibles de facto, «la gente quiere comodidad». Sobre cuestiones puntuales como el tráfico en Sa Muradeta opta por no eliminar el coche porque «la reforma no tiene que expulsar a los residentes».
Antoni Juaneda, portavoz del PP, comparte la filosofía de la propuesta, no obstante lamenta que «es un documento muy sencillo, faltan soluciones a temas concretos. No hacían falta dos años para esto, podrían haberlo tenido sobre la mesa en el minuto uno del mandato». Entiende que las soluciones al déficit de aparcamiento, que el proyecto sumaría al ya existente, «se tiene que afrontar como condición necesaria». También plantea buscar un uso para el quiosco y concebir modos de dar vida al espacio peatonal. Juaneda duda de la capacidad del equipo de gobierno para gestionar tamaño proyecto, «esto requiere agilidad, tener las cosas claras y capacidad de gestión. Hasta ahora el equipo de gobierno no ha demostrado tener todo esto».
Jaume Anglada, por Ciudadanos, admite que «nos preocupa el tema de los aparcamientos, tenemos que debatir cómo se puede resolver», puesto que los espacios para estacionamientos que se están planteando «son pocos y no son tan céntricos como tocaría. Con lo que se propone ahora se agravaría el problema». También apuesta por dar un uso al quiosco central de la plaza en lugar de prescindir de esta instalación.
El arquitecto Jordi Pons Mercadal, que participa en la Comisión de Patrimonio Histórico, recuerda que la peatonalización de la Plaça des Born lleva muchos años ya en discusión, «era el proyecto estrella del plan especial. Es interesante que se aborde. El planteamiento general es correcto, pero si se eliminan plazas de aparcamiento hay que ver dónde se ponen». Aunque Pons Mercadal matiza que no todo vale en este cometido, «no se entendería eliminar para ello zonas verdes». Advierte conflictos a resolver, como el futuro del quiosco «que ahora no sirve para nada».