La comisión de urbanismo del Ayuntamiento de Alaior determinará en su reunión de este viernes el informe que acredita el interés público del aparcamiento de la playa de Son Bou, a requerimiento de Edivissa, la propietaria de la urbanización, cuya tutela recae en la Demarcación de Costas, en cumplimiento de la ley por su proximidad con el litoral.
El reconocimiento municipal de la utilidad pública del aparcamiento es otro trámite pertinente para que Edivissa vuelva a solicitar a Costas la concesión administrativa del espacio que cada verano ocupan centenares de vehículos para acceder a la playa más grande de Menorca, pese al pésimo estado en el que se halla este lugar que supone un descampado.
En el caso de que Costas acceda a esta concesión administrativa, los propietarios procederían a su adecuación y se plantearían regular su acceso y explotación. Cuarenta años atrás, antes de que la promotora actual adquiriera la urbanización el parking de Son Bou era de pago.
Hasta ahora esta situación ha provocado que el aparcamiento de Son Bou, no contemplado como tal en el PTI, presente cada verano una situación caótica por su falta de ordenación y adecuación, dado que Costas solo permitía que se bacheara echando tierra en los socavones que provocan las lluvias y los propios vehículos. Ninguna otra acción se ha llevado a cabo durante décadas argumentando en ocasiones su proximidad a la zona húmeda del Prat de Son Bou.
Antoni Pons, empresario de Edivissa, ha explicado que Costas debe definir la titularidad de este espacio, «que es nuestro», y posteriormente, «qué hacer con él, es decir si nos lo expropian porque está en su demarcación o bien nos lo ceden como propietarios que somos, para su explotación durante los próximos 75 años».
Con capacidad para alrededor de 400 vehículos el parking de Son Bou sufre una sobresaturación durante julio y agosto hasta el punto de que la Policía Local de Alaior se ha visto obligada a regular su acceso, especialmente en el verano de 2019. «Si es un parking, nos pertenece y tenemos derecho a gestionarlo, y si no lo es que nos lo diga Costas pero que lo clarifique de una vez», añade Antoni Pons, cansado de que veraneantes y residentes muestren sus quejas por el estado en que se encuentra cada verano. Edivissa mantiene, además, otras diferencias con la Administración por la redacción del PTI que afectan a sus intereses en la urbanización.