La urbanización de la última manzana del barrio de Jardins de Malbúger, en Maó, está casi terminada. Al 99 por ciento, afirman sus promotores. Este desarrollo cuenta con una particularidad. Una parte del espacio se ha reservado para la construcción de treinta casas en hilera a precio tasado. Es una fórmula que encaja dentro de las exigencias relativas al fomento de la vivienda social del PTI (entre otras normativas) para los nuevos desarrollos. Facilita el acceso de cualquier persona, con independencia de sus ingresos, a estos inmuebles que cuentan con una tarifa máxima de venta fijada por la administración pública.
Ante la inexistencia de normativas superiores que definan este parámetro, el Ayuntamiento de Maó ha empezado a tramitar una ordenanza que regulará el precio máximo de estas casas unifamiliares y las condiciones que deben darse para su compra. La tarifa máxima de venta de estas propiedades se ha establecido en 2.345,24 euros el metro cuadrado, con un valor de repercusión en el suelo de 579,47 euros el metro cuadrado. Las parcelas son de 150 metros cuadrados, con una edificabilidad máxima de 105 metros cuadrados.
La ordenanza afecta a estas viviendas con independencia de cuál sea su propietario, público o privado. De hecho, 18 pertenecen al propio Ayuntamiento de Maó (todavía no ha decidido cómo se emplearán), nueve a la junta de compensación que ha impulsado el desarrollo de la urbanización, dos a propietarios particulares y una es para Cruz Roja. La teniente de Alcaldía de Urbanismo, Dolors Antonio, comenta que el precio se ha fijado exclusivamente por criterios técnicos.
Puede adquirir una de estas casas a precio tasado cualquier persona mayor de edad o emancipada, siempre que no sea titular de otra vivienda. Las construcciones de estas parcelas adosadas deben emplearse como morada habitual y no se pueden traspasar en un periodo de veinte años. Solo se tolera un cambio de titularidad por causas excepcionales. La fórmula del precio tasado está concebida para personas que superan los ingresos máximos para el acceso a una vivienda de protección oficial, pero sin una capacidad suficiente como para adquirir su vivienda en el mercado libre.
Antonio explica que no es una fórmula habitual, y que de hecho se ha tenido que buscar mucho para dar con modelos en los que basarse. La ordenanza ahora en trámite es específica para este desarrollo de Malbúger, pero en el caso de que se dieran más casos de urbanizaciones con viviendas a precio tasado serviría de base.
Normativas ya derogadas y referidas a otros emplazamientos concretos establecían un precio máximo de unos 1.800 euros por metro cuadrado, una cantidad que se ha considerado demasiado baja por parte de todos los implicados. Desde la junta de compensación de este desarrollo aseguran que con las cantidades recogidas finalmente en la ordenanza se pueden comercializar estas viviendas sin perder ni ganar dinero. El beneficio es para quien la compra, aseguran. Estudian la forma de llevarlo a cabo.
La comercialización de estas parcelas ya se inició y existen compradores apalabrados que, no obstante, deberán aguardar ahora a que la ordenanza esté aprobada. Además se tiene que elaborar un estudio de detalle previo a la realización de los proyectos de construcción, para que no se produzca una disparidad estética en las hileras.