Recuperar la capacidad de rastreo del virus que se tenía antes de que la curva de contagios ascendiera en vertical a finales de junio y evitar el colapso de los centros de salud. Esos son los objetivos que se marca el coordinador de las Unidades Volantes de Atención al Coronavirus (UVAC) en Menorca, José Antonio Vidal, quien este viernes anunció, acompañado de la directora médica del Área de Salud, Tamara Contreras, que los equipos de Llevant y Ponent realizarán pruebas de antígenos de lunes a viernes, de 17 a 20 horas, para un primer diagnóstico de los contactos estrechos de positivos. Estas líneas de antígenos de las UVAC de Maó y Ciutadella –a las que se dirigirá también a los residentes de otros municipios–, podrán realizar entre 300 y 500 pruebas diarias cada una y ayudarán «a descongestionar la situación que tenemos ahora mismo».
Vidal no niega la saturación de las unidades, ese ascenso en vertical de los contagios en un plazo de dos semanas no ha dejado mucho margen para reorganizarse. Pero con la realización de la primera prueba por las tardes y con antígenos se busca reducir tiempos de espera «y de ahí ya saldrán citados para la prueba del décimo día» de la cuarentena.
Vidal recordó que las UVAC «siempre han sido una especie de muro», para evitar que colapse el hospital y descargar la Atención Primaria para que pueda atender otras patologías además de la covid-19. De este modo resaltó que «intentamos con las UVAC que todos esos contactos estrechos y esas llamadas no acaben saturando también a los centros de salud, y el hecho de poder hacer antígenos por las tardes nos va a ayudar a la hora de establecer unos circuitos para citar a un contacto que sea positivo». Ahora mismo las UVAC siguen a 747 personas: en una semana la unidad de Ponent ha pasado de 200 a 334 pacientes; la UVAC Centro de 95 a 213; y la de Llevant de 67 a 200 positivos «con lo que supone esto de sobrecarga que estamos teniendo a la hora de hacer el rastreo», indicó el coordinador médico. Por otro lado, en el hotel puente hay 33 personas alojadas (31 positivos y dos contactos estrechos), de las cuales siete son extranjeros.
Restricciones
En relación a la decisión política de no imponer nuevas restricciones, Contreras afirmó que «llevamos más de un año de pandemia y creo que toda la población conoce cómo se transmite el virus y cómo podemos evitarlo, tenemos la solución en nuestras manos con la vacunación» y añadió que prohibir «o tener que encerrarnos para que hagamos algo que ya sabemos, provoca daños colaterales». En este sentido señaló «entender» que estas decisiones se toman por «las consecuencias económicas que puedan tener». Añadió que «ahora mismo no tenemos un colapso hospitalario, si de los 800 pacientes hubiera 40 ingresados las medidas no serían las que se han tomado».